domingo, 26 de abril de 2009

ALEGORÍA DE LOS 12 SIGNOS DEL ZODIACO


Y fue por la mañana cuando Dios se encontró ante sus doce hijos y plantó la semilla de la vida humana en cada uno de ellos. Uno a uno, cada hijo se adelantó para recibir el don concedido.
A ti, ARIES: te concedo mi semilla el primero, para que tengas el honor de plantarla. Que por cada semilla que plantes un millón más se multiplique en tu mano. No tendrás tiempo para ver crecer la semilla, pues cada cosa que plantes creará más que tendrá que ser plantado. Serás el primero en penetrar en el terreno de las mentes humanas con mi idea. Pero tu trabajo no consiste en alimentar la idea ni cuestionarla. Tu vida es acción, y la única acción que yo te adscribo es la de empezar a hacer que los hombres cobren conciencia de mi creación. En compensación por tu buen trabajo, te concedo la virtud de la autoestima.
-Tranquilamente, Aries se retiró para volver a ocupar su lugar.
A ti TAURO: te concedo el poder de convertir la semilla en sustancia. Tu trabajo es grande y requiere paciencia, pues debes terminar todo aquello que haya sido empezado, para que las semillas no se pierdan en el viento. Ni te cuestionarás ni cambiarás de idea en medio de tu trabajo, ni dependerás de otros para hacer lo que te pido que hagas. A cambio, te concedo el don de la fortaleza. Utilízala sabiamente.
-Y Tauro retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti GÉMINIS: te entrego las cuestiones sin respuestas, para que puedas aportar a todos una compresión de lo que el hombre ve a su alrededor. Nunca sabrás por que los hombres hablan o escuchan, pero en tu búsqueda de las respuestas hallaras el don , que te concedo, el del conocimiento.
-Y Géminis retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti CÁNCER: te adscribo la tarea de enseñarle a los hombres lo que es la emoción. La idea que tengo sobre ti es que les hagas reír y llorar, de modo que todos ellos vean y piensen que la plenitud se desarrolla desde el interior. A cambio te concedo el don de la familia, para que tu plenitud pueda multiplicarse.
-Y Cáncer retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti LEO: te encargo la tarea de desplegar mi creación, en toda su brillantez, ante el mundo. Pero debes llevar cuidado con el orgullo y recordar siempre que se trata de mi creación, y no de la tuya. Porque si olvidas eso, los hombres se burlarán de ti. Hay mucha alegría en el trabajo que te encargo si sabes hacerlo bien. A cambio te concedo el don del honor.
-Y Leo retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti VIRGO: te pido que examines todo aquello que ha hecho el hombre con mi creación. Tienes que escudriñar agudamente sus formas y recordarles sus errores, de tal modo que, a través de ti, se pueda perfeccionar mi creación. A cambio de ello te concedo el don de la pureza de pensamiento.
-Y Virgo retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti LIBRA: te concedo la misión del servicio, para que el hombre sea consciente de sus deberes para con otros. Para que sepa lo que es la cooperación así como la habilidad para reflejar el otro lado de sus acciones. Te situaré allí donde haya desacuerdo y recompensaré tus esfuerzos con el don del amor.
-Y Libra retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti ESCORPIO: te encargo una tarea muy difícil. Tendrás la habilidad para conocer las mentes de los hombres, pero no te permito hablar sobre aquello que hayas aprendido. En muchas ocasiones sentirás el dolor por lo que ves, y en tu dolor te alejaras de mi , y olvidaras que no soy yo, sino la perversión de mi idea lo que está causando tu dolor. Veras tanto del hombre que llegaras a conocerlo como un animal, y lucharas tanto con sus instintos animales existentes en ti mismo, que perderás tu camino; pero cuando finalmente regreses a mi, Escorpio, te concederé el don supremo de la firmeza.
-Y Escorpio retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti SAGITARIO: te pido que hagas reír a los hombre porque, como consecuencia de su mala interpretación de mi idea, se sentirán amargados. Gracias a la risa darás esperanza al hombre, y gracias a la esperanza ellos volverán sus ojos hacia mí. Tocaras muchas vidas, aunque solo sea por breves instantes, y conocerás la inquietud en cada una de las vidas que toques. A ti Sagitario, te concedo el don de la abundancia infinita, para que puedas extenderla con la suficiente amplitud como alcanzar cada rincón de oscuridad llevando la luz a el.
-Y Sagitario retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti CAPRICORNIO: te pido la herramienta de tu frente, para que puedas enseñar a los hombres a trabajar. Tu tarea no es fácil, pues tendrás la sensación de que todos los trabajos de los hombres descansan sobre tus hombros; pero a cambio del yugo de tus cargas, pongo en tus manos la responsabilidad del hombre.
-Y Capricornio retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti ACUARIO: te entrego el concepto del futuro, para que el hombre pueda ver otras posibilidades. Tendrás que sufrir el dolor de la soledad, pues no te permito que personalices mi amor. Pero a cambio de abrir los ojos de los hombres a nuevas posibilidades, te entrego el don de la libertad, para que con ella puedas seguir sirviendo a la humanidad cada vez que ésta lo necesite así.
-Y Acuario retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti PISCIS: te encargo la tarea mas difícil de todas. Te pido que recojas todas las penas de los hombres y me las devuelvas a mi. Tus lagrimas serán, en último término, mis propias lagrimas. La pena que absorberás será el efecto de la mala interpretación que pueda hacer el hombre de mi idea, pero tú le ofrecerás la compasión suficiente como para que él vuelva a intentarlo. A cambio de esta tarea mas difícil de todas, te concedo también el mayor don de todos. Serás el único de entre mis doce hijos en comprenderme. Pero este don de la compresión sólo es para ti, Piscis, porque cuando intentes comunicarlo al hombre, éste no te escuchará.
-Y Piscis retrocedió para volver a ocupar su lugar.
-Después Dios dijo:- Cada uno de ustedes participan de una parte de mi idea. No deberán confundir esa parte con la totalidad de mi idea, ni tampoco deberán desear intercambiar partes entre ustedes. Porque solo entonces se le revelará la totalidad de mi idea, ni tampoco deberán desear intercambiar partes entre ustedes. Porque cada uno de ustedes es PERFECTO, pero eso es algo que no sabrán hasta que los doce sean uno solo. Porque solo entonces se le revelará la totalidad de mi idea a cada uno de ustedes.
-Y los hijos se marcharon, cada uno decidido a hacer su trabajo lo mejor posible para poder recibir así su don. Pero ninguno de ellos comprendió por completo ni la tarea a realizar ni el don a recibir, y cuando, extrañados, regresaron.
-Dios dijo:
-Regresaran a mi muchas veces, pidiéndome que los alivie de su misión y en cada ocasión yo les garantizaré el cumplimiento de sus deseos. Pasaran por incontables reencarnaciones antes de completar la misión original que les he prescrito. Les concedo un tiempo incontable para hacerlo, pero sólo cuando esté hecha podrán estar conmigo.
(*)Fuente: Martin Shulman

jueves, 23 de abril de 2009

LOS 7 PRINCIPIOS HERMÉTICOS VIII


EL PRINCIPIO DE GENERACIÓN
«La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.»
El Kybalion
Este principio encierra la verdad de que la generación se manifiesta en todo, estando siempre en acción los principios masculino y femenino. Esto es verdad, no solamente en el plano físico, sino también en el mental y en el espiritual. En el mundo físico este principio se manifiesta como «sexo», y en los planos superiores toma formas más elevadas, pero el principio subsiste siempre el mismo.
Ninguna creación física, mental o espiritual, es posible sin este principio. La comprensión del mismo ilumina muchos de los problemas que tanto han confundido la mente de los hombres. Este principio creador obra siempre en el sentido de «generar», «regenerar» y «crear». Cada ser contiene en sí mismo los dos elementos de este principio.
Si deseáis conocer la filosofía de la creación, generación y regeneración mental y espiritual, debéis estudiar este principio hermético, pues él contiene la solución de muchos de los misterios de la vida.

miércoles, 22 de abril de 2009

LOS 7 PRINCIPIOS HERMÉTICOS VII


EL PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO
«Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley.»
El Kybalion

Este principio encierra la verdad de que todo efecto tiene su causa, y toda causa su efecto. Afirma que nada ocurre casualmente y que todo ocurre conforme a la Ley.La suerte es una palabra vana, y si bien existen muchos planos de causas y efectos, dominando los superiores a los inferiores, aun así ninguno escapa totalmente a la Ley.

Los hermetistas conocen los medios y los métodos por los cuales se pude ascender más allá del plano ordinario de causas y efectos, hasta cierto grado, y alcanzando mentalmente el plano superior se convierten en causas en vez de efectos. Las muchedumbres se dejan llevar, arrastradas por el medio ambiente que las envuelve o por los deseos y voluntades de los demás, si éstos son superiores a las de ellas.

La herencia, las sugestiones y otras múltiples causas externas las empujan como autómatas en el gran escenario de la vida. Pero los Maestros, habiendo alcanzado el plano superior, dominan sus modalidades, sus caracteres, sus cualidades y poderes, así como el medio ambiente que los rodea, convirtiéndose de esta manera en dirigentes, en vez de ser los dirigidos.Ayudan a las masas y a los individuos a divertirse en el juego de la vida, en vez de ser ellos los jugadores o los autómatas movidos por ajenas voluntades.

Utilizan el principio, en vez de ser sus instrumentos. Los Maestros obedecen a la causalidad de los planos superiores en que se encuentran, pero prestan su colaboración para regular y regir en su propio plano. En lo dicho está condensado un valiosísimo conocimiento hermético: que el que sea capaz de leer entre líneas lo descubra, es nuestro deseo.

martes, 21 de abril de 2009

LOS 7 PRINCIPIOS HERMÉTICOS VI


EL PRINCIPIO DEL RITMO
«Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.»
El Kybalion

Este principio encierra la verdad de que todo se manifiesta en un determinado movimiento de ida y vuelta; un flujo y reflujo, una oscilación de péndulo entre los dos polos que existen de acuerdo con el principio de polaridad, descrito un momento ha. Hay siempre una acción y una reacción, un avance y un retroceso, una ascensión y un descenso.

Y esta ley rige para todo; soles, mundos, animales, mente, energía, materia. Esta ley lo mismo se manifiesta en la creación como en la destrucción de los mundos, en el progreso como en la decadencia de las naciones, en la vida, en las cosas todas, y, finalmente, en los estados mentales del hombre, y es con frecuencia a esto último que creen los hermetistas que este principio es el más importante.

Los hermetistas han descubierto este principio, encontrándolo de aplicación universal, y han asimismo descubierto ciertos métodos para escapar a sus efectos, mediante el empleo de las fórmulas y métodos apropiados. Emplean para ello la ley mental de neutralización.

No pueden anular el principio o impedir que opere, pero han aprendido a eludir sus efectos hasta un cierto grado, grado que depende del dominio que se tenga de dicho principio. Saben como usarlo, en vez de ser usados por él. En este y en otros parecidos métodos consiste la ciencia hermética.

El Maestro se polariza a sí mismo en el punto donde desea quedarse, y entonces neutraliza la oscilación rítmica pendular que tendería a arrastrarlo hacia el otro polo. Todos los que han adquirido cierto grado de dominio sobre sí mismos ejecutan esto hasta cierto punto, consciente o inconscientemente, pero el Maestro lo efectúa conscientemente, y por el solo poder de su voluntad alcanza un grado tal de estabilidad y firmeza mental casi imposible de concebir por esa inmensa muchedumbre que va y viene en un continuado movimiento ondulatorio, impulsada por ese principio de ritmo.

Este, así como el de la polaridad, ha sido cuidadosamente estudiado por los hermetistas, y los métodos de contrabalancearlos, neutralizarlos y emplearlos, forman una de las partes más importantes de la alquimia mental hermética.

lunes, 20 de abril de 2009

LOS 7 PRINCIPIOS HERMÉTICOS V


EL PRINCIPIO DE LA POLARIDAD
«Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.»
El Kybalion

Este principio encierra la verdad de que todo es dual; todo tiene dos polos; todo su par de opuestos, afirmaciones que son de otros tantos axiomas herméticos. Explica y dilucida las antiguas paradojas que han dejado perplejos a tantísimos investigadores, y que literalmente decían: «La tesis y la antítesis son idénticas en naturaleza, difiriendo sólo en grado»; «los opuestos son idénticos en realidad, diferenciándose en su gradación»; «los pares de opuestos pueden conciliarse, los extremos se tocan»; «todo es y no es al mismo tiempo», «toda verdad no es sino media verdad»; «toda verdad es medio falsa», etc. Este principio explica que en cada cosa hay dos polos, dos aspectos, y que los «opuestos» no son, en realidad, sino los dos extremos de la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados entre ambos.

El calor y el frío, aunque opuestos, son realmente la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados de aquella. Mirad un termómetro y tratad de averiguar donde empieza el calor y donde termina el frío. No hay nada que sea calor absoluto en realidad, indicando simplemente ambos términos, frío y calor, diversos grados de la misma cosa, y que ésta se manifiesta en esos opuestos no es más que los polos de eso que se llama Calor, o sea la manifestación del principio de polaridad que nos ocupa.

El mismo principio se manifiesta en la «luz» y la «oscuridad», las que, en resumen, no son sino la misma cosa, siendo ocasionada la diferencia por la diversidad de grado entre los dos polos del fenómeno. ¿Dónde termina la oscuridad y dónde empieza la luz? ¿Cuál es la diferencia entre grande y pequeño? ¿Cuál entre duro y blando? ¿Cuál entre blanco y negro? ¿Cuál entre alto y bajo? ¿Cuál entre positivo y negativo? El principio de polaridad explica esta paradoja.

El mismo principio opera de idéntica manera en el plano mental. Tomemos, por ejemplo, el amor y el odio, dos estados mentales completamente distintos aparentemente, y notaremos que hay muchos grados entre ambos; tantos, que las palabras que nosotros usamos para designarlos, «agradable» y «desagradable», se esfuman una en la otra, hasta tal punto que muchas veces somos incapaces de afirmar si una cosa nos causa placer o disgusto.

Todas no son más que gradaciones de una misma cosa, como lo comprenderéis claramente por poco que meditéis sobre ello. Y aun más que esto, es posible cambiar o transmutar las vibraciones de odio por vibraciones de amor, en la propia mente y en la mente de los demás, lo que es considerado como lo más importante por los hermetistas. Muchos de los que leéis estas páginas habréis tenido experiencias en vosotros mismos y en los demás de la rápida e involuntaria transición del amor en odio y recíprocamente.

Y ahora comprenderéis la posibilidad de efectuar esto por medio del poder de la voluntad, de acuerdo con las fórmulas herméticas. El «Bien» y el «Mal» no son sino los polos de una misma y sola cosa, y el hermetista comprende y conoce perfectamente el arte de transmutar el mal en el bien aplicando inteligentemente el principio de polaridad. En una palabra, el «arte de polarizar» se convierte en una fase de la alquimia mental, conocida y practicada por los antiguos y modernos Maestros herméticos.

La perfecta comprensión de este principio capacita para cambiar la propia polaridad, así como la de los demás, si uno se toma el tiempo y estudia lo necesario para dominar este arte.

viernes, 17 de abril de 2009

LOS 7 PRINCIPIOS HERMÉTICOS IV


EL PRINCIPIO DE VIBRACIÓN
«Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.»
El Kybalion

Este principio encierra la verdad de que todo está en movimiento, de que nada permanece inmóvil, cosas ambas que confirma por su parte la ciencia moderna, y cada nuevo descubrimiento lo verifica y comprueba. Y, a pesar de todo, este principio hermético fue enunciado cientos de años ha por los Maestros del antiguo Egipto.

Este principio explica las diferencias entre las diversas manifestaciones de la materia, de la fuerza, de la mente y aun del mismo espíritu, las que no son sino el resultado de los varios estados vibratorios.

Desde el TODO, que es puro espíritu, hasta la más grosera forma de materia, todo está en vibración: cuanto más alta es esta, tanto más elevada es su posición en la escala. La vibración del espíritu es de una intensidad infinita; tanto, que prácticamente puede considerarse como si estuviera en reposo, de igual manera que una rueda que gira rapidísimamente parece que está sin movimiento.

Y en el otro extremo de la escala hay formas de materia densísima, cuya vibración es tan débil que parece también estar en reposo. Entre ambos polos hay millones de millones de grados de intensidad vibratoria. Desde el corpúsculo y el electrón, desde el átomo y la molécula hasta el astro y los Universos, todo está en vibración.

Y esto es igualmente cierto en lo que respecta a los estados o planos de la energía o fuerza (la que no es más que un determinado estado vibratorio), y a los planos mentales y espirituales. Una perfecta comprensión de este principio habilita al estudiante hermético a controlar sus propias vibraciones mentales, así como las de los demás.

Los Maestros también emplean este principio para conquistar los fenómenos naturales. «El que comprenda el principio vibratorio ha alcanzado el cetro del poder», ha dicho uno de los más antiguos escritores.

jueves, 16 de abril de 2009

LOS 7 PRINCIPIOS HERMÉTICOS III


EL PRINCIPIO DE LA CORRESPONDENCIA
«Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba.»
El Kybalion

Este principio encierra la verdad de que hay siempre una cierta correspondencia entre las leyes y los fenómenos de los varios estados del ser y de la vida, y el antiquísimo axioma hermético se refiere precisamente a esto, y afirma: «Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba», y la comprensión de este principio da una clave para resolver muchos de los más obscuros problemas y paradojas de los misteriosos secretos de la Naturaleza. Hay muchos planos que no conocemos, pero cuando aplicamos esa ley de correspondencia a ellos, mucho de lo que de otra manera nos sería incomprensible se hace claro a nuestra conciencia.

Este principio es de aplicación universal en los diversos planos, mental, material o espiritual del Cosmos: es una ley universal. Los antiguos hermetistas consideraban este principio como uno de los más importantes auxiliares de la mente, por cuyo intermedio se puede descorrer el velo que oculta lo desconocido a nuestra vida. Su aplicación puede desgarrar un tanto el Velo de Isis, de tal manera que nos permita ver, aunque más no sea, algunos de los rasgos de la diosa.

De igual manera que el comprender los principios de la geometría habilita al hombre para medir el diámetro, órbita y movimiento de las más lejanas estrellas, mientras permanece sentado en su observatorio, así también el conocimiento del principio de correspondencia habilita al hombre a razonar inteligentemente de lo conocido o lo desconocido; estudiando la mónada se llega a comprender al arcángel.

martes, 14 de abril de 2009

LOS 7 PRINCIPIOS HERMÉTICOS II


EL PRINCIPIO DEL MENTALISMO

«El TODO es Mente; el universo es mental.»
El Kybalion.

Este principio encierra la verdad de que «todo es mente».
Explica que el TODO, que es la realidad sustancial que se oculta detrás de todas las manifestaciones y apariencias que conocemos bajo los nombres de «universo material», «fenómenos de la vida», «materia», «energía», etc., y en una palabra, todo cuanto es sensible a nuestros sentidos materiales, es espíritu, quien en sí mismo es incognoscible e indefinible, pero que puede ser considerado como una mente infinita, universal y viviente. Explica también que todo el mundo fenomenal o universo es una creación mental del TODO en cuya mente vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.
Este principio, al establecer la naturaleza mental del universo, explica fácilmente los varios fenómenos mentales y psíquicos que tanto han preocupado la atención del público, y que sin tal explicación no son comprensibles y desafían toda hipótesis científica. La comprensión de este principio hermético de mentalismo habilita al individuo a realizar y conocer la ley que rige el universo mental, aplicándola a su bienestar y desarrollo.
El estudiante de la Filosofía Hermética puede emplear conscientemente las grandes leyes mentales, en vez de usarlas por casualidad o ser usado por ellas. Con la clave maestra en su poder, el discípulo puede abrir las puertas del templo del conocimiento mental y psíquico y entrar en el mismo, libre e inteligentemente.
Este principio explica la verdadera naturaleza de la energía, de la fuerza y de la materia, y el cómo y el porqué todas estas están subordinadas al dominio de la mente. Uno de los antiguos Maestros escribió hace mucho tiempo :
«El que comprenda la verdad de que el universo es mental, está muy avanzado en el sendero de la maestría».
Y estas palabras son tan verdad hoy en día como lo eran cuando fueron escritas. Sin esta clave maestra la maestría es imposible, y el estudiante que no la posea, en vano llamará a la puerta del Templo.

lunes, 13 de abril de 2009

LOS 7 PRINCIPIOS HERMÉTICOS I

INTRODUCCIÓN
«Los principios de la verdad son siete: el que comprende esto perfectamente, posee la clave mágica ante la cual todas las puertas del Templo se abrirán de par en par.»
El Kybalion

Los siete principios sobre los que se basa toda la Filosofía Hermética son los siguientes:

EL PRINCIPIO DE MENTALISMO.
EL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA.
EL PRINCIPIO DE VIBRACIÓN.
EL PRINCIPIO DE POLARIDAD.
EL PRINCIPIO DE RITMO.
EL PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO.
EL PRINCIPIO DE GENERACIÓN.

(*)Fuente: "El Kybalion" Los Misterios de Hermes, Autor: Tres Iniciados